Una victoria y una derrota:
Siento el sol en mi espalda, empapada de sudor, el viento remueve
mi pelo y los latidos de mi corazón ensordecen los gritos de mis compañeros.
Respiro con fuerza, recibo el balón con la pierna izquierda, preparo la pierna
derecha y chuto, la pelota va a una velocidad tremenda despistado al portero y
consiguiendo atravesar la portería se ve como intenta seguir pero la red se lo
impide, sonrió complacido antes de sentir una oleada de compañeras me invaden.
Corro por la chanca, buscando en la multitud, un rotor femenino, a una diosa, a
la dueña mi corazón, ahí esta es ella, la chica mas guapa, lista simpática y
popular de todo el instituto, mi dulce y bella Rosa no hay otro nombre que le
viniera mejor. Mis minutos de gloria pasan y el partido sigue, pero mis ojos no
pueden dejar mirar a esa bella criatura. Y de repente algo maravilloso ocurre,
esos ojos azules se clavan en los míos, y me siento único en el mundo, estoy
aislado de toda acción exterior.
Cuando de pronto un mal chut hace que el balón valla hacia mí, acierta
en toda mi nuca y me hace caer al suelo, lo siguiente que recuerdo es el agudo
dolor, el olor a sangre y alguna risa de alguien. Ya no siento nada, me
pregunto si he muerto, pero solo es como un sueño, mi cuerpo no me responde, no
me oigo respirar, ni el latido de mi corazón. Oigo gritos de auxilio y aunque
no siento los ojos "veo". Puedo "ver" como todo el mundo se
encuentra a mi al rededor pero en una prudente distancia, algunos gritan, otros
no pueden ni verme pero sin embargo nadie se acerca, tal ves con miedo a dejar
las huellas dactilares, ni que esto fuera CSI. Me siento solo y triste pensando
que tal vez muera allí y sin nadie que me ayude.
Entonces una pequeña y ágil figura se adelanta a la multitud y sin
dudarlo se inclina hacia mí. Al rato comprueba alarmada que ni respiro ni tengo
pulso. Me sorprende ver como actúa como si supiera que hacer, me recordó al
cursillo de primeros auxilios que dimos hace unos mese. Y en efecto esa joven
chica me estaba reanimando, y aunque me dolía, también hacía que volviera en mí,
note su seguridad y su fuerza en las manos y lo empapados que estaban su labios
cunado practicó "el beso de la vida" sentía que mis pulmones volvían
a tener aire dentro y oí los latidos de mi corazón y segundos después tosí y respire,
luego pude ver con mis propios ojos, los ojos verdes de mi salvadora, unos ojos
verdes, unos ojos de ganta.
hermanita de mis amores, aunque la historia se sale, las faltas de ortografía estropean el resultado
ResponderEliminarahora ya lo corregí espero que te guste, no conseguí quitar los subrayado bueno xD
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