domingo, 3 de mayo de 2015

Poema a una madre:


Poema a una madre:

Grandes ojos para observarlo todo,
el acierto y la inevitable caída.
Nariz para detectar mentiras.
Boca para decir dolorosas verdades.
Manos para alisar lo inalisable,
pinar lo inpeinable y
acariciar todo lo acariciable.
Aunque aún así
sueñas de más de un azote.

Manos de pan y miel,
voz de áspera madrugada.
Que con pocas ganas
vela nuestra rutina.
Un grito nunca faltó,
ni tampoco sus te “quieros”.
Pues no hay otra que como ella;
sea soldado, juez y abogado.

Mil defectos yo tendré,
y ella no me los esconderá jamás.
Pero como otro sea el que los critique
poco tiempo para huir tendrá.
Y es que como ella no hay más,
maestra, cocinera, artista, mujer y madre.
Enorme valor en lo que ella hace,
aunque no a menudo lo anunciemos;
la queremos.

Labios de miel,
piel de melaza,
herida en la sal,
cuidado en la lana.
Madre a ti, el “te quiero” no alcanza.





 Aquí les dejo otro poemita mio.... nada comparable con la mujer a quien se lo dedico.
Un saludo y hasta la próxima vez que nos leamos.

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