martes, 26 de junio de 2012

12
Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertar bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo 
lo que estaba dormido sobre tu alma.

Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas en horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.

He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.

Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma. 
Pablo Neruda.
Veinte Poemas de amor y una canción desesperada.

1 comentario:

  1. me encanta el poema, es muy típico de ti, supongo que eso te hace ser quien eres onee-san

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