miércoles, 30 de noviembre de 2011


 Un despertar:




Nada más despertar ya me noté diferente, mis manos estaban secas mi cara radiante y mis ojos parecían calmados y bonitos, ni rastro del habitual sudor frío .Me contemplé ante el espejo, ni arrugas, ni siquiera una pequeña verruga.
-          ¿Qué extraño?-pensé, rascando la parte superior de mi cabeza, que ahora estaba poblada de cabello castaño almendrado.
Y en ese instante me desnudé y comprobé con felicidad que me encontraba bien, ni un dolor ni un moratón ni un rasguño. El asombro había dejado paso a la felicidad absoluta.
Fui al armario y cogí  mi ropa habitual pero con una sonrisa descubrí que lo que ayer me era grande ahora me era ajustado. Recordé que en un baúl tenia alguna prenda de “mis buenos tiempos” y me dispuse a probármela.
Ya vestida  baje las escaleras corriendo mientras pensaba:
-          ¡Estoy corriendo!-
Salí al jardín y pude ver el sol que, al menos  para mí se había escondido. Y sin darme cuanta una lagrima se escapó de mi ojo cayendo por mi mejilla, esta llorando, si lo admito lloraba, pero no de tristeza como antes ahora era de felicidad .Por que sí, por que lo he conseguido he superado la muerte, he vuelto ha nacer.

2 comentarios: